RELACIÓN
- Fernando Neres

- 15 jul 2024
- 2 Min. de lectura

Imagina a un esposo acostado en el sofá de la sala de estar, de repente le grita a su esposa pidiéndole el control remoto para cambiar el canal en el televisor, ella cumple con su pedido y regresa a la cocina para terminar sus tareas. Luego vuelve a gritar pidiéndole que le traiga un café, ella lo hace. No tarda mucho, pide el almuerzo, de todos modos, todo el día sigue preguntando, preguntando y preguntando. Cuando finalmente su esposa le pide un favor, él protesta y no lo hace. No hay que ser muy inteligente para saber que seguramente esta relación no sobrevivirá por mucho tiempo.
Ahora, esta es la imagen de la relación que muchas personas tienen con Dios. Viven pidiéndole que satisfaga sus necesidades y caprichos, cuando se acercan a Él es solo para pedir, sin embargo, no les importa saber lo que Dios les pide, por el contrario, cuando Dios les pide, llegan al punto de enojarse y negar Su petición. Son personas como ese hombre que busca una mujer solo para tener una relación, pero no quiere invertir en una relación matrimonial con ella. La relación requiere entrega, sacrificio de ambas partes, y no todos están dispuestos a hacer eso, solo quieren recibir.
Dios instituye con el hombre un modelo de relación que consiste en dar y recibir, y el primero que estuvo dispuesto a dar fue Él mismo: Porque de tal manera amó Dios al mundo, QUE HA DADO Á SU HIJO unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.(Juan 3:16)
Y la pregunta es: Si la relación con Dios consiste en dar y recibir, cuando Él ha dado una Ofrenda tan Excelente (Su Hijo Unigénito por una humanidad perdida), ¿qué pide Él a cambio?
La respuesta es: Ahora pues, Israel, ¿QUÉ PIDE Jehová tu Dios DE TI, sino que temas á Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas á Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que hayas bien? (Dt 10:12,13)
¿Sería injusto de parte de Dios pedirnos que le temamos y que andemos en sus consejos, ya que Él es el Todopoderoso y también el Omnisciente? ¿Pedirnos que lo amemos y lo sirvamos si Él primero nos amó hasta el punto de servirnos con Su Hijo para pagar por nuestros pecados?
Dios no busca personas con las que tener relaciones una vez a la semana cuando van a la iglesia los domingos, y solo para pedir bendiciones, sino que busca personas que estén dispuestas a invertir en una relación matrimonial con Él, que no solo estén interesadas en pedir, sino también en dar lo que Él les pide. Este tipo de relación no solo es verdadera, sino placentera y, sobre todo, eterna.




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